26.10.06

 

He vuelto

Bueno, a estas alturas, casi todos sabéis que mi vida ha cambiado bastante radicalmente, supongo que para mejor, aunque no lo tengo yo tan claro. Para empezar, acabé el blog borracho y lo retomo sobrio. Mala señal. La cuestión es que he vuelto de Chéfil a España. Más concretamente a casa de mi madre. Vale, lo de potar en el lavabo creo que no lo voy a poder hacer más, pero a cambio he pasado de las pizzas, salchichas y resto de insulsa comida rápida inglesa cocinada por mi, al arroz al horno y la paellita cocinada por mi abuela. No hay color. De ir con jersey en Mayo, a ir en manga corta en Noviembre. Del paraguas a la sombrilla. De la sosez de los ingleses, al buen rollo que nos gastamos por aquí. De no ligar jamás a... vale, no todo ha cambiado.

El caso es que, por esas vueltas que da la vida, ya no soy becario. He cruzado a las líneas enemigas. He vendido mi alma y me he convertido en todo aquello que odiaba desde los más profundo de mi corazón cuando era joven e idealista. Si tuviera un Delorean y me visitara a mí mismo hace 10-12 años, aparte de provocar un discontinuo en el espacio-tiempo de consecuencias inimaginables, mi yo estudiante me habría dado una mano de hostias por pringao y despreciable traidor de sus convicciones. Soy profesor. Si por aquel entonces me dicen que iba a acabar al otro lado de la barrera, habría pedido un análisis de estupefacientes para mi interlocutor. De hecho, habría apostado dinero a que ni de coña. Si algún día me canso de esto, recordadme que no me meta a vidente. Pero es que yo era de los que no salía a la pizarra ni aunque la profesora hubiera sido Elsa Pataki y la clase de respiración boca a boca. De los que ponía apodos a los profesores. No iba jamás a tutorías. Escupía sobre los apuntes, daba palizas a los empollones (vale, aquí igual exagero un poco, pero de vez en cuando ganas no me faltaban).

Y aquí estoy ahora. Casi sin tiempo para escribir en el blog para prepararme las clases. Salgo a la pizarra todos los días. Intento deshacerme de ticks, gestos y muletillas para evitar apodos, no sé si con éxito. No me pierdo ni una tutoría. No escupo a nada ni nadie, a no ser que se sienten en primera fila y me emocione en mi disertación. Eso sí, sigo teniendo ganas de dar una paliza a algunos empollones. Sobre todo a los que me corrigen (acertadamente) cuando me equivoco. Sigo siendo un rebelde.

He vuelto. Y esta vez es para quedarme. O no, pero me encantan esas frases peliculeras.

Nota: Además de pringao y traidor de mis ideales estudiantiles, también me he hecho más prudente. A partir de ahora, intentaré mantener el “economato” (Gomaespuma dixit) para evitar que me lea algún alumno y: a) se ofenda (alguno de los empollones) b) me pierdan el poco respeto que aún me tienen (ésta es la más probable). Así que se agradecerá que no hagan comentarios sobre mi universidad/asignatura. No, mi nombre completo, dirección y DNI tampoco podéis revelarlos, es lo que tiene la vida de superhéroe.

Nota2: He empezado a publicar mis chorradas también en salabecarios, el blog compartido con los (ex)compañeros de trabajo. Podéis leerme por allí, así tenéis cosas con que entreteneros entre mis inaceptables períodos de publicación. A la larga puede que deje éste, ya veremos.

Comments:
don't give up!
chefil so far so good
so keep writing!!
 
Quien es Ana?? has pasado de ir en jersey a ir en tanga para picha corta en noviembre??

Perder el respeto? se pierde algo que se tiene, primero deberas ganartelo
 
Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?